¿Qué es el Láser Tattoo?
El Láser Tattoo es una tecnología avanzada para eliminar tatuajes y lesiones pigmentarias. Utiliza pulsos cortos de alta energía que actúan con gran precisión, fragmentando el pigmento sin dañar la piel.
Gracias al láser de Neotinio K-Switch, no solo eliminamos tinta, también conseguimos beneficios como el rejuvenecimiento cutáneo y una limpieza profunda de la piel.
¿Para qué sirve el Láser Tattoo?
Eliminación de Tatuajes y Pigmentaciones:
El láser rompe las partículas de pigmento mediante ondas de choque. Estas son eliminadas de forma natural por el sistema linfático, sin dañar el tejido circundante.
Rejuvenecimiento de la Piel:
Activa el carbón presente en la piel, eliminando capas superficiales y estimulando la renovación celular. El resultado es una piel más luminosa, suave y uniforme.
Peeling Láser Facial:
El tratamiento también actúa como un peeling profundo, ideal para mejorar la textura de la piel y promover una apariencia más joven y saludable.
¿Por qué elegir el Láser Tattoo?
Precisión absoluta:
Gracias a sus pulsos cortos de alta energía, trabaja de forma selectiva sobre el pigmento sin afectar el tejido sano.
Resultados visibles y eficaces:
Desde las primeras sesiones, se nota una reducción del pigmento y una mejora general del aspecto de la piel.
Tratamiento versátil:
No solo se utiliza para eliminar tatuajes. También es eficaz para tratar manchas, mejorar el tono de la piel y realizar exfoliaciones profundas.
Cuidados después de una sesión con Láser Tattoo
Para garantizar una buena recuperación, evitar complicaciones y obtener los mejores resultados, es fundamental seguir estas recomendaciones tras el tratamiento:
Evita la ropa ajustada:
Deja respirar la piel y evita la fricción directa sobre la zona tratada.
Protege la piel del sol:
Durante el proceso de curación, no expongas la zona al sol directo. Utiliza protector solar de amplio espectro (SPF 50+) y, si es posible, cúbrela con ropa ligera.
Limpieza diaria suave:
Lava con un jabón neutro, sin fragancia ni alcohol. Usa agua tibia o fría y seca con pequeños toques, sin frotar.
No apliques productos que contengan ácidos, retinoides o alcohol.
Hidratación constante:
Mantén la piel bien hidratada con cremas recomendadas. Evita la sudoración excesiva, el ejercicio intenso y el calor directo durante los primeros días.
Tiempo de recuperación
Cada piel es distinta, pero en general el proceso de recuperación dura entre 4 y 8 semanas.
Durante este tiempo, es importante respetar los cuidados indicados para evitar infecciones, manchas o cicatrices.
Factores que pueden retrasar la curación
– Rascar o tocar la zona tratada.
– Exposición prolongada al sol o fuentes de calor.
– Sudoración excesiva o ejercicio intenso durante los primeros días.
– No hidratar la piel adecuadamente.
– Fumar, ya que reduce la capacidad de regeneración celular.